El proyecto surgió al calor de la situación generada por la posibilidad de importación de vacunas contra la aftosa, siendo que Argentina, donde se asientan las principales productoras de esta vacuna, paga costos hasta cuatro veces más caros que países vecinos.

En Argentina se consumen 75 millones de vacunas al año en el país y Corrientes consume el 10% de las mismas, y representa un negocio de 100 millones de dólares anuales a nivel nacional y 10 millones de dólares anuales a nivel provincial aproximadamente.

El 73% es costo de vacuna y 23% de costo operativo para brindar dicho servicio de carácter obligatorio en cada establecimiento.

El costo de la vacuna pasó de $381,64 para la primera campaña de marzo de 2023 a $1.740 para su primera campaña de marzo de 2024, un incremento de 453% interanual contra una inflación de 276% interanual.

En ese contexto, el grupo de legisladores correntina plantea que el Estado Nacional debe velar por la importación de vacunas en menor costo y de efectividad, pero al mismo tiempo se plantea solicitar al Congreso de la Nación y al Poder Ejecutivo es diseño e implementación de un programa para lograr el estatus sanitario libre de aftosa sin vacunación.

Además se propone solicitar al Senasa la modificación del sistema de vacunación durante la etapa de transición hasta alcanzar el estatus de libre de aftosa sin vacunación, estableciendo la obligatoriedad de una sola aplicación total anual.

STATUS ACTUAL

En la iniciativa de los legisladores correntinos, se indica que en el año 1999 Argentina fue declarada por la Organización Mundial de la Salud Animal (OMSA) como “País Libre de Fiebre Aftosa sin Vacunación”, estatus alcanzado en mayo de 2000.

Sin embargo, pocos meses después, en agosto de 2000 debido al ingreso de animales infectados provenientes de Paraguay,se provocó un foco de infección en las provincias de Corrientes, Formosa y Entre Ríos.

Ello motivó que en abril de 2001 se renovara el Plan de Erradicación de la Fiebre Aftosa.

Desde ese entonces, hace 23 años, Argentina lleva aplicando un plan de vacunación anual de prácticamente todo el stock bovino, sin realizar avances en su estatus sanitario, pese a no detectarse más zonas de contagio desde los dos últimos focos de infección en San Luis del Palmar, Corrientes en febrero de 2006.

Por año, se debe aplicar la vacuna a 51,5 millones de cabezas de ganado bovino, y dado que los animales menores (ternero/a, vaquillona, novillo, novillito y torito) reciben dos dosis, totalizan de 70 a 75 millones las dosis anuales, un costo de 140 a 150 millones de dólares por año.

Se indica que el Gobierno de Brasil planea lograr que todo el país sea declarado “Libre de Fiebre Aftosa sin vacunación” para 2026,y actualmente los estados de Santa Catarina, Paraná, Río Grande Do Sul, Acre, Rondonia y partes del Amazona y Mato Grosso ya tiene certificación internacional como zona libre de aftosa sin vacunación, y para este año 2024 se suspendió la vacunación en otros siete estados (Amapá, Bahía, Maranhao, Pará, Río de Janeiro, Roraima y Sergipe) para que, de no detectarse casos en el transcurso del año, alcancen el mismo estatus.

Por esos motivos, se considera crucial el envío de un plan de acción del SENASA para avanzar en la declaración del territorio nacional, o al menos algunas regiones, como libre de aftosa sin vacunación, para emparejarse con la situación sanitaria de naciones vecinas.

Se indica que si bien lograr esta calificación exige suspender las vacunaciones por un año y que en ese plazo no aparezcan animales contagiados, debiendo necesariamente incremembatrse los controles sanitarios en los traslados animales y de los productos para evitar cualquier presencia del virus de la aftosa en la carne, también es de mencionar que la aplicación de la vacuna es muy costosa y no permite acceder a otros mercados como Estados Unidos.