AGENDA CULTURAL: 28 DE FEBRERO, DÍA DEL BAILARÍN/A EN ARGENTINA

Artículo de Opinión hecho por Carolina Salas Araujo

Como todos los 28 de febrero se conmemora el Día del Bailarín/a en nuestro país, en homenaje a nuestro gran bailarín Jorge Donn, quien es recordado mundialmente en el ambiente de la danza. 

“Personalmente voy a dar mi experiencia y mi opinión sobre el tema. Comencé a bailar a los dos años pero obvio que a esa edad sólo sabía que me gustaba hacerlo. Gladys Cejas de Giménez de Paquita Gómez fue la primera en recibirme y enseñarme las primeras posiciones y coreografías. Luego tomé clases con Nivi Ramírez que fue la profesora de cientos de goyanos, tanto en su instituto como en la comparsa Zingarella. En mi adolescencia apareció la figura de Ana Maria Trainini de Sánchez y de su mano ingresé al ballet Municipal. Continué bailando y con los años empecé a darme cuenta lo que sentía cuando estaba en un escenario. El mundo se detenía y sólo deseaba que esos minutos no terminaran nunca. Prepararse para cada función implica un encuentro con el espejo encontrando rostros diferentes dentro de uno mismo; concentración y dejar la mente en blanco sabiendo que sólo durará unos minutos para dar lo mejor de uno. El bailarín, el artista, se prepara siempre sin importar el lugar donde va a actuar o con que cantidad de público se encontrará. Y luego se encienden las luces y uno sale a encontrarse con el público y a hacer lo que  tanto ama.¡¡ Bailar!!. Muchos piensan que bailar es sólo mover el cuerpo, pero no, bailar es sentir el ritmo en el cuerpo, escuchar la música con imágenes, sentir al compañero  como un espejo propio, es un desafío total a la gravedad y a uno mismo, es poder expresar libremente movimientos, caras y sentimientos, es constancia y dedicación”.

“Bailar me permitió no sólo crecer como persona sino hacer amigos,  viajar mucho, y por sobre todo aprender, y aprender del compañero. Tuve la suerte de tener como pares en el ballet a bailarines y compañeros increíbles que no puedo dejar de nombrar y de quienes aprendí muchísimo: Mirna Martinez, Cristian Sabatini, Marina Belucci, Lucrecia Stacciuoli, Leonardo  Ramirez Boll,  Rodrigo Ramírez, Carina Ulivar, Hugo Oscar Gómez, Fabiana Rima, Marcelo Fernández, Laura Ramírez y muchos más… Con ellos compartí gran parte de mi formación y me alegra que la mayoría se siga dedicando a la danza”. 

“En este largo camino me he cruzado con increíbles personas que me han ayudado a crecer como el  maestro Rodolfo Solmoirago que es tan generoso y me abrió las puertas de la CIAD desde el año 99’. En el 2013 realicé un viaje a Cuba y conocí a la gran maestra Marta Bercy, quien no solo me brindó su amistad y conocimientos sino que me permitió aprender su cultura. No puedo dejar de nombrar y agradecer también al profe Ricardo Sosa de Corrientes por su amistad, enseñanza y entrega. En tiempos de Covid tuve la suerte de conectarme virtualmente con dos genias de la danza la profe Ana Maria Aloia que me abrió la puertas al contemporáneo y la profe Inés Sanguineti que me enseñó nuevas pedagogías para la enseñanza a través de la creatividad”. 

“Y después de tanto bailar me llegó el momento de enseñar. Y la verdad me llenó el alma comenzar a hacerlo y hoy día hace dieciséis años que estoy con “Liberarte”. Es tan placentero poder transmitir todo para que una niña o un chico pueda aprender a bailar y amar la danza. Estoy orgullosa de los bailarines que han pasado por mi salón, de los que están y de los que ya son colegas”.

“Antes de terminar me encantaría destacar la figura de Blanca Ben Dahan de López Alvarado que ya en la UPG (Universidad Popular de Goya) ofrecía clases de danza clásica; a Josecito Frattini que fue un precursor de la Danza en nuestra ciudad y marcó un antes y un después; a Carlos Romero Luna que ha formado bailarines de folklore y tango y enaltecido el Ballet Isabel King (maestros que no tuve la suerte de disfrutar pero que no dejo de imaginarme sus clases); a Nivi Ramírez que se ha entregado a la danza y el carnaval como nadie; a Gladys Cejas por su profesionalismo, sus festivales y escenografías únicas; a Ana María Trainini por su disciplina, por permanecer hace 50 años al frente del ballet y formarnos a tantos que hoy amamos la danza. A mis colegas, a todos; y a mi seño de música de la primaria, Patricia, quién me permitió ser su estrella en los actos escolares. A todos los padres y familias que acompañan; a los míos que hasta hoy me aplauden como la primera vez. A todas las bailarinas y bailarines amantes de este arte y religión que es la Danza. Feliz Día!!!!”

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